En nuestro planeta Tierra están pasando cosas importantes. Gente de fe reza, otros hablan del fin de este mundo a modo guasa, otros hacen todo lo posible para acabarlo, algunos se rien y hasta hacen chistes de las tragedias por causa de la naturaleza y eventos diversos que ocurren mientras escribo estas lineas.
Cuando dejas las redes sociales y vives de cerca lo que puede hacer un huracán, terremoto, inundación no vale si eres ateo, cristiano, judio, musulman o lo que sea, todos juntos le piden al cielo piedad. Los seres humanos se asustan, temen a ese poder infinito que no pueden combatir. Lo que si pueden es vivir con humildad, amor, tolerancia, solidaridad y paz, pero que va, insisten los humanos en matarse, agredirse los unos a los otros, seguir sembrando odio para luego preguntar por qué Dios permite tanto. Pero si existe Dios, que paciencia tan grande ha tenido con todos los humanos que tienen siglos en guerras en este mundo maravilloso.
Pero yo vivo en Caracas, Venezuela y siento dolor intenso por lo que ocurre en mis calles, avenidas, en mi país. Le pido a Dios por todos los países que forman este mapa colorido, pero siento mucho apego a mi tierra y duele ver tantas cosas en mal estado y la más importante, su gente.
En las calles muchos buscan en la basura y no hay edad, mujeres, hombres, abuelos y niños. Es impresionante la cantidad de menores sueltos en las calles sobreviviendo a pura suerte del día. Son muchos. Es realmente alarmante lo que pasa en las calles y les explico.
Niños de varias edades mantienen relaciones sexuales, roban, odian, consumen estupefacientes, cargan una tremenda agresividad, pero a pesar de eso, son niños que la sociedad rechaza y su presente es funesto, imaginen su futuro. Se entrenan sin saberlo en potenciales criminales y no es precisamente la ''Venezuela potencia'' que escupe la tiranía en sus cadenas. Señores, esto es grave y nadie hace nada.
No puedo mostrar acá todo lo que vi, es difícil, es un ambiente hostil, son pequeños seres humanos creciendo en una guerra silenciosa pero peligrosa. Todos los que caminan las calles pueden verlos, más no entender el problema y sus consecuencias. Repito, son muchos. Y familias enteras sumidas en la miseria de piso crecen aceleradamente. Existen los solitarios, hay grupos, bandas y como dije, familias enteras en esa situación.
Cambios climáticos, líderes de barro, tiranos asesinos, y gente dispersa por el mundo tratando de no dejarse matar y otros matando. Naturaleza? sí, se mueve pero, humanos ni sienten ni escuchan, prefieren la muerte de la civilidad.
9 de septiembre de 2017
Caracas, Venezuela
ovario
Niños de la calle.
Chacaito
Sabana Grande - Caracas - #SOSVenezuela - Muchos se rien de ésto y no entienden el peo corralito que sufrimos.
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