Cortejo fúnebre, piques, caos…
En el semáforo de la zona industrial de La Trinidad
presenciamos una ceremonia o ritual tipo espantoso.
Debido al asesinato de un chofer de Jeep, trancaron la vía y
comenzaron a realizar piques en un área bien reducida, lo que causaba temor en
algunos de los transeúntes porque pudieron lastimar, atropellar a cualquier
ciudadano.
Cada conductor de jeep hacía una maniobra post mortem, picaban
cauchos mientras la gente observaba boca abierta. Los vehículos en la cola en
silencio total, paralizados y los que participaban del festín de luto bebían
cervezas animando al resto de los choferes a realizar más actos con sus carros.
¿Qué clase de sociedad es ésta? Una temerosa, sin poder hablar
y otra arbitrariamente escalofriante; anarquía.
En otras oportunidades vemos como algunos ciudadanos han
trancado las vías por reclamos sociales y políticos siendo dispersados rápidamente
por la policía y la Guardia Nacional, alegando que no pueden impedir el libre
tránsito. Pero anarquía tranca la vía y no se asoma la autoridad, ni uno solo
aparece para restablecer el orden y el respeto a las leyes.
Por supuesto en Venezuela no hay orden, ni respeto, las leyes
existen para algunos, para otros no hay ley, no hay justicia, lo que sí hay
cada día más es una sociedad enferma y cómplice de anarquía. Por eso, ella se
ha mudado a esta tierra donde vive haciendo lo que le viene en gana. Triste.
8-agosto-2013
ovario
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