En un país donde se tienen todos los problemas, el más profundo es la alimentación. Las personas acuden con mayor frecuencia a los mercados populares para tratar de rendir un poco el dinero. Y, sin embargo, resulta difícil en algunos artículos, pero al menos se consiguen vegetales más económicos que en un automercado. El dictador ordenó bajar los precios de la carne y el pollo. Como él no tiene idea como funciona el negocio, que ni controla ni entiende como se resuelve el asunto, hoy los locales que vendían pollo se encontraron cerrados, porque nadie va a vender para perder. Y jodidos seguimos los de abajo, los que con el sudor de nuestro trabajo ganamos un dinero y tenemos que luchar en la calle buscando que comer. Hoy pollo no había en ninguna parte, gracias al dictador ignorante.
Pero está otro grupo de sujetos que acuden a estos mercados para recoger de la basura los restos de alimentos. No dudo que antes esta situación no ocurriera, pero lo alarmante es que son muchos, generación de mendigos. Unos buscan entre los desperdicios, otros comen directamente de la basura.
Dios ayude a Venezuela. Un país espectacular, hermoso. Pero en manos de asesinos, ladrones y seres sin valores, ni amor, ni principios, ni nada. A ellos no les importa el pueblo. Lo usan. Ojalá despierten y sean ciudadanos.
28 de octubre de 2017
Caracas, Venezuela.
ovario
Unos compran, otros buscan entre los desperdicios.
COCHE
Comiendo directo de la basura.
Madre e hija recogiendo del piso desperdicios.
Hombre recoge hojas y restos de vegetales...
Comiendo lo que consigue en un contenedor.
Mujer y niña recogen tomates podridos.
Mujer recorría el mercado metiendo en su bolso restos de vegetales.
Padre con sus hijos recolectando lo que consiguen por ahí tirado...
Señor estaba metido en contenedor y comía allí. Bueno, le pasaba la lengua a unos papeles que tenían algo de alimento pegado.
No hay pollo. Sí basura.
Bulevar
Cola por crema dental.
O sea, medio bulevar en cola por crema dental.
Pérez Bonalde. Hambre, pobreza, miseria, basura, HAMBRE.
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