domingo, 4 de enero de 2015

Fotos Catia La Mar


Uno se pregunta, ¿por qué?, la costumbre, indolencia; ¿por qué?, no protestas, reclamas, o simplemente ¿te gusta lo feo, inmundo, ruin, la porquería?...

Muchas más interrogantes, pero por muy ignorante, inculto, analfabeta creo que existe algo más allá, el amor a lo nuestro, lo que nos pertenece. Entonces no hay amor, hay frialdad, te da igual porque callas, no te duele la mugre en tu cara, porque tus padres no criaron ciudadanos y en las escuelas pareciera que no enseñan ya a cuidar la naturaleza, las calles, tu ciudad, tus paisajes, tu vida, tus hijos, familia.

Insisto, muchas preguntas y respuestas existen, pero la realidad espantosa crece y duele ver a los niños jugando en medio de esta anormalidad.

Un nuevo gobierno tiene la obligación entre tantas cosas por hacer y recuperar, es ponerle el pecho a la educación integral de los niños y castigar a los adultos que cometan delitos, porque contaminar de esta manera las playas, lugar de esparcimiento, diversión y sobre todo esa maravilla de poder observar el imponente mar, debe tener sanción todo aquel que le haga daño.

3 de enero de 2015

Catia La Mar, Estado Vargas - Venezuela -

ovario









La ternura, la inocencia de los niños es hermosa, ellos no tienen la culpa de la falta de valores, el problema es en general, la sociedad, como se va perdiendo, "humanidad". Hay que luchar, esos niños son el futuro, prioridad:  E d u c a r l o s.


Una sonrisa de un niño, es un regalo, porque es gratis, es honesta, es pura.









Ranchos de playa ...







Definitivamente quien no admire la belleza del mar es ciego también del corazón, quien lo dañe merece castigo.

Tratando de tomar una foto que se viera limpia de la maldad humana.


En el cerro se observan los ranchos. Tanto tiempo ha pasado del desastre natural en Vargas, tantos años que se pudo invertir para arreglar esas casas, ponerlas bonitas, decentes, ya que esos habitantes viven del turismo, pero si las cosas se hacen bien, pensando en las futuras generaciones, en la belleza de la zona, otra sería la historia...

1 comentario:

Ana María Pinto dijo...

Hay que comenzar por cambiar la mentalidad y educación del varguense.