14 de febrero de 2016
Caracas, Venezuela
Día de los enamorados, del amor y la amistad.
Aquí, cada día más miserables.
En el bus, en el metro se escuchan conversaciones del pueblo, no del inventado por la tiranía que muestran en sus medios de comunicación arrastrados y embusteros. En la calle se escucha la verdad, lo que piensa y siente el ciudadano común.
Hoy más afligida que otros días. En el autobus se monta un señor diciendo, allá están los bachaqueros gozando, haciéndo lo que les dá la gana. Un paquetico de azúcar en Bs. 400 y seguía comentando su malestar y acusando al gobierno de culpable ante las penurias que pasan los más pobres, luego se unieron el resto de los pasajeros a despotricar contra el sistema actual. Todos llegaban a la conclusión que en la cuarta vivían bien y nunca hicieron colas para comer.
En el metro se me terminó de partir el alma escuchando a una mujer jóven que decía tener un niño de dos años y no pensaba someterlo al vía crucis de llevarlo a una cola para sufrir hambre, sol, lluvia, golpes que suceden a las puertas de los comercios. Que ella nunca había vivido algo así, que en su casa no tenía nada de comida, se encontraba desesperada.
Y muchos más testimonios que uno va escuchando y que son bien dolorosos. La realidad espanta y más si no viene una reacción a la brevedad.
ovario
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