En plaza Altamira, Caracas, Venezuela se está atacando al pueblo y lo digo con absoluta certeza, ya que en ese espacio digno de resistencia no existe una clase social, ni un pequeño foco de "sifrinos" como lo catalogan los delincuentes con poder, por ahora.
Me siento orgullosa de esos muchachos que están arriesgando cada día sus vidas por todo un país. Allí se encuentra un concentrado de pueblo que late y no se rinde, se organiza y no piensa desistir ni renunciar, a pesar de que muchos que salieron a la calle se esconden por miedo. Allí está un pueblo, muchachos de Catia, de Petare, de San Martín, de Caricuao, de Antímano, el Valle, el Silencio y muchos otros lugares de zonas populares que se han sumado. Cosa hermosa ocurre en Altamira, jóvenes hermanados con un fin común. Los miro y siento una profunda sensación de que ellos sí van a lograr unir al resto de la sociedad.
Allí hacen vida, comparten, están unidos sin importar de donde vienen y esto es algo que para muchos no tendrá importancia, pero lo registro porque estoy convencida que ese odio que sembraron y la estúpida lucha de clases se puede romper porque Venezuela siempre fue eso, bondadosa, amigable y solidaria, sin odios por el color de tu piel, por tus creencias religiosas o por tu tendencia sexual.
El difunto nos dejó la división en un pueblo noble, pero creo que ya al chavismo violento y sin amor a la patria le queda nada más que la violencia. A los chavistas y gente del régimen que leen les digo, mucho cuidado con sus colectivos, sus armas y agresiones, porque al disparar a esos muchachos con capucha, podrían estar matando a alguien de su familia, a seres conocidos que ustedes no saben que están allí luchando por esta patria.
Por último también agregar en esta reflexión a esas mujeres tan arrechas que han venido a colaborar con los chicos, desde El Hatillo, el Este; Sur; el Oeste, desde el 23 de Enero, desde muchas zonas populares de Caracas. Hoy conversé con unas muchachas y al preguntarle de dónde venían, me dijeron: "nosotras venimos de Propatria". Sin olvidar a los caballeros que también están presentes y ayudan a nuestros muchachos.
El día de hoy se recibió mucha solidaridad con insumos, alimentos y otras cosas necesarias para seguir, pero lo más importante que se requiere, no solo en Altamira sino en todas las calles de Caracas, es tú presencia.
No puedo entender como tanta gente en las redes sociales se manifiestan a favor de los estudiantes pero los dejan solos, señores no estamos jugando, toma conciencia, la lucha no es los sábados o los días libres, es todos los días. No pienso dejar solos a los estudiantes y a todos aquellos que luchan. Sobran los que critican todo y juzgan, no pierdo tiempo en eso, estamos en las calles y mientras uno esté en ella, allí debemos estar, con esperanza, sin esperar milagros, solo con la fuerza de nuestros corazones unidos para conseguir nuestra libertad.
Dios bendiga a los que no tienen miedo y siguen. Porque la lucha es hasta el día final.
#TeAmoVenezuela
7 de marzo de 2014
ovario
Los escuderos :-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario