sábado, 24 de abril de 2010

Venezuela, Juana de Arco y algo más...





02-02-2010

Los venezolanos perdimos la fe?

La historia de Juana de Arco, luchadora por la libertad es magnífica para recordar en estos días de reflexión para todos los venezolanos. Han pasado más de 500 años de su existencia pero su mensaje es muy importante resaltar cada vez que nos perdemos o no encontramos el camino correcto, quedándonos sumergidos en un vacío extraño.

Siendo una mujer que vivió sólo 19 años, le quiero dedicar este post en especial a nuestros estudiantes, a los jóvenes y a todo aquel venezolano que ama con pasión su tierra, pero pierde la fe con frecuencia. Y a las mujeres valientes que siempre han estado al frente por Venezuela, dando la cara, su vida en cuerpo y alma…. y esos hombres también valiosos que sienten adentro su nación.

Quisiera hacer una analogía de su lucha con la nuestra, por supuesto se trata de dos países diferentes, dos épocas absolutamente distintas, pero hay situaciones, eventos muy particulares que podemos traer hasta nuestro presente en beneficio de la patria.

Juana escuchaba voces, recibía un mensaje claro, que tenía que liberar a Francia de sus enemigos y ella se preguntaba cómo podría hacer para salvar a su país si sólo era una campesina, nunca había visto a un rey y mucho menos contaba con un ejército.

En nuestro caso y momento histórico actual, no necesitamos ser santos para escuchar voces, contamos con algo más evidente, con la realidad que ven nuestros ojos y las barbaries que escuchamos, que sufrimos; creo que muchos podemos entender el lenguaje de Dios en este siglo. Pero nos sentimos como ella muchas veces, impotentes, no sabemos como luchar, con qué ni con quién, no sabemos que hacer.
Juana se sentía indefensa, angustiada, que no tenía la capacidad para enfrentar esa lucha. Lo que si sabía era que cada día perdían más a Francia, en esos días su país casi había dejado de existir como nación.

Pienso que muchos de nosotros nos hemos sentido parecido y la situación de gravedad de nuestro pueblo es tan alarmante, que asusta tanta paciencia y lucha reprimida, ya que podemos perder el país cuando nos quedamos paralizados, mientras otros se lo roban fácilmente.
Juana fue a buscar a las personas que tenían poder en ese momento, al principio la pensaban loca, hereje, bruja, pero por sus palabras y forma de actuar consiguió al ejército que le habían dicho sus voces. Observaba como actuaban y vivían, que eran jugadores de dados, que bebían y tenían muchas mujeres. Se decía que todos los ejércitos eran así y no había forma de cambiarlos pero les expresaba con mucha convicción que nunca conocerían la victoria si no eran merecedores de ella.

Los venezolanos que amamos la libertad y luchamos por ella, no tenemos ejércitos para combatir a quienes nos oprimen y destruyen nuestra nación. No tenemos esos ejércitos, ni caballos, escudos ni armas, pero recordando por ejemplo aquel 11A, éramos un ejército de venezolanos que marchaba por su libertad, rebeldes ante la tiranía. Luego vinieron otros años con mucha gente en las calles, pero nos hizo falta algo más y precisamente eso que expresaba Juana, no conoceremos la victoria si no la merecemos. Que debemos dejar mucho más, placeres, comodidades para lograr vencer, que no todo aquel que se diga líder lo es y que nos faltó una guía espiritual que nos tocara el alma de tal forma para resistir y lograr el triunfo final, así que el problema mayor se encuentra en nosotros mismos, no siempre echar culpas a los demás nos libera, miremos adentro primero.Juana: Dios nos llama para hacer el trabajo que tenemos que hacer, pero no es suficiente que él esté a nuestro lado, nosotros debemos estar a su lado. Ninguno de nosotros tenemos suficiente fuerza para vencer a los ingleses, nuestra fuerza radica en nuestra fe. Si nuestra fe es consumida por pequeñas cosas que no le gustan a Dios, aunque hubiese un millón de nosotros, seríamos derrotados.

Ningún venezolano tiene la fuerza para detener un tanque y pelear contra el régimen y los guardias a su servicio. Hemos sido cientos de miles, millones en las calles de toda Venezuela, muchos! Pero con poca fe y en otros casos ausente. Añadiendo a nuestra desgracia, todos esos traidores que olvidaron el propósito de la lucha y utilizaron a muchos inocentes para su propio beneficio.
Juana: sólo venceremos si nos convertimos en el ejército de Dios, no es fácil decir y pedir tal cosa, es posible que no sea fácil realizarlo, podrán atacarnos con sus armas, pero nuestro guía siempre estará a nuestro lado. Nos dará cuanto necesitemos, el pan de cada día, la victoria, una tierra por siempre libre.

Con la fe de Juana los hombres de aquel ejército no pudieron resistir a sus palabras y se fueron a luchar en nombre de Dios. Nuestra sociedad está bien carente de valores, de motivación, de una guía espiritual adecuada, que diga la verdad al pueblo de Venezuela, pero sin adornos ni matices, con mucha fuerza de manera de llegar al corazón de cada uno de nosotros.
Que no mientan más a sus ciudadanos con falsas promesas y caminos incorrectos, mucho menos seguir diciendo que todo está blindado y que saldremos de este agobio fácilmente, ya basta!, los venezolanos no estamos dormidos, pero si cansados de que nos utilicen, queremos luchar únicamente por la libertad de Venezuela.
Juana de Arco era pura y piadosa, pero muy valiente, se enfrentó a los políticos de esa época, grandes corruptos y seres capaces de venderse, haciendo a un lado la patria. Gracias a la lucha de Juana y su ejército logró sus primeras conquistas, coronaron a un rey que por cierto no había movido un dedo en aquellas batallas. Ese rey negoció con los enemigos y firmó una tregua, por conveniencia hizo pactos, traicionó a su país, engañó a Juana y su gente.

Vaya!, esto me hace recordar eventos no muy distantes, eso de pactar, de detener esa lucha donde muchos venezolanos se entregaron a su patria, luchando, algunos hasta perdieron su vida ,otros han sido perseguidos, exiliados, detenidos. Y eso no ha sido suficiente para comprender que algunos llamados opositores también han traicionado a nuestra gente, han pactado, negociado con el régimen y eso también se llama traición a la patria, en 1430 y en el 2010. A parte de fe, necesitamos amar con pasión nuestra tierra y todos aquellos que contribuyen a la farsa serán olvidados ,descartados, nadie los recordará, porque aquí hablamos de valores fundamentales y de patriotismo, no es un mercado donde se venden o reparten partes de un país.
Los venezolanos debemos asimilar esto, unirnos como pueblo y luchar por nuestra libertad.
A Juana le llegó el éxito militar, fama en la adoración del pueblo francés, pero la última victoria se le negó. El rey que ella creó era muy pequeño para su corona, ese que negoció con el enemigo para beneficio particular.

Esto me hace recordar como mucha gente con poder puso al actual presidente en un pedestal, porque era el cambio, la solución, la mejor opción según ellos. Debió ser un momento de pérdida de memoria colectiva, ya que en aquella campaña electoral olvidaron que ese individuo fue un golpista. Pero engañó a su pueblo y hoy como aquel rey…al de aquí no es la corona, sino el país que le quedó demasiado grande.
El silencio de las voces y la desesperación la llevó a proseguir, a armarse otra vez, para conseguir la victoria, un camino largo, difícil y solitario.
Pero al final le traería lo que nunca había imaginado, grandeza y gloria! Para Francia y para ella, paz. Tan esplendorosa altura como pocos en la historia han llegado a alcanzar.

A veces nos sentimos desesperados y por eso es hora de tomar decisiones, ha sido largo y difícil, también en solitario, porque depende de nosotros mismos de nadie más. Debemos retomar la lucha con fortaleza y por el camino correcto, con fe en nosotros mismos y con la guía del todopoderoso. Dudas y temores siempre habrán, pero definitivamente debemos volver con la fe en Dios.
Sus voces le decían que la tomarían prisionera y Juana decía que cuando eso ocurriera, al menos tendría las armas en sus manos, y tendría el valor para morir, pero no para morir en derrotas insignificantes y mezquinas.

Necesitamos urgentemente vencer el miedo. Nos hacen falta muchos venezolanos con valor y coraje, yo sé que los hay, estoy convencida de eso y son muchos. Fe es Certeza como señalan mis amigos de Saturno.

Y fue apresada, lo cual aceptó con valor dicho martirio, ese que sufrió en prisión y además el juicio, que no fue religioso sino político.

En aquel momento se juntaron obispos, sacerdotes, políticos y demás personalidades para condenarla, porque recibían una orden. Tal cual acá, donde TSJ, Asamblea y afines solo condenan a quienes Hugo I indica.
Hacen juicios propios, se sienten dioses cuando tienen poder, mienten y con acusaciones falsas condenan…lo que les falta es quemar a los que se oponen a ellos en la hoguera o tal vez llamar hereje a quien ose hablar mal del comandante.
No olvidemos que el régimen tiene apresados a venezolanos inocentes, nuestros presos políticos, debe estar siempre en nuestra conciencia.

Finalmente Juana al recibir tanta presión se sometió al juicio de esos hombres, por temor al fuego, a ser quemada, pero escuchó nuevamente las voces que le decían que había hecho mal, pero que era perdonada. En el calabozo recuperó su fe, aceptando la voluntad de Dios.
Vivir sin tener fe es más horrible que el fuego…

Y así terminó, la quemaron viva con tan solo 19 años. La muerte física de Juana de Arco no fue su derrota, fue su más grande triunfo.

Recuperemos la fe por la libertad de nuestro país, abramos nuestra mente y sobre todo el corazón, no nos quedemos en la nada, el conformismo, la costumbre de vivir sin libertad, no entreguemos lo que nos corresponde a estos hampones de cuello rojo tan fácil, sin dejar de luchar, tampoco depositemos confianza en aquellos que se visten parecido a nosotros pero realmente no aman a Venezuela, para amarla no hay que hablar mucho, sino actuar, cuando lo demuestren entonces me sumaré, antes no.

No debemos arrepentirnos de lo que hicimos, porque es parte de la historia, pero no ha sido suficiente para triunfar, saquemos a todos los traidores de la patria y al final tendremos el país que merecemos y la paz que anhelamos. Despertemos, ya basta de mantener expectativas en otros, vámonos primero a nuestro interior y miremos todo lo feo, las frustraciones, los desengaños, nuestra propia miseria, limpiemos el alma y luchemos por lo que vale la pena, nuestra tierra hermosa.

Dios bendice a Venezuela y a sus hijos!. Pero recuerden que la libertad no te va a llamar por cel no va a tocar tu puerta,, ni te va a escribir por Twitter, tampoco caerá del cielo…TENEMOS QUE IR A BUSCARLA!
Por nuestros presos políticos quienes llevan la carga más pesada, luchemos, que así sea.



Una oración que alguien me regaló en una marcha, pero que sólo hasta hoy comprendí o mejor dicho sentí, la comparto…

Ante tus enemigos, ante el hostigamiento, el ridículo y la
Duda, te mantuviste firme en la fe. Inclusive abandonada,
Sola y sin amigos, te mantuviste firme en la fe.

Santa Juana de Arco, te rogamos que nosotros seamos
Tan inconmovibles en la fe como tú, que nos acompañes
En nuestra batalla por la Libertad de nuestra patria
Venezuela y a mantener firme nuestra fe.

Santa Juana de Arco, tu valor y tu fe en Dios,
Consiguieron grandes cosas. Pedimos tu ayuda en la
Lucha por lo justo. Permítenos al pueblo de Venezuela,
Tener claros nuestros propósitos y que la justicia sea
Nuestro afán. No nos permitas renunciar ante la dureza
De las dificultades.

Con tu ayuda no tendremos miedo y podremos emplear
Todas nuestras cualidades y todos nuestros esfuerzos
Por la libertad. Esto lo pedimos en el nombre de Jesús.

Amén…

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